Tomado de El-Nacional.com
Todos conocemos la imagen: en medio de una importante reunión de negocios, uno -o varios- de los asistentes teclea constantemente en su BlackBerry, respondiendo a mensajes supuestamente tan trascendentes que no pueden esperar.
El problema es que, en muchas ocasiones, el ejecutivo está simplemente contestando a emails de amigos, "twitteando", actualizando su perfil en Facebook o jugando a algún videojuego online.
El iPhone, la BlackBerry u otros teléfonos inteligentes eran hasta hace unos años propiedad de unos pocos altos cargos, pero hoy son aparatos electrónicos frecuentes y su presencia en reuniones de trabajo se ha convertido en algo habitual.
Para muchos, su uso en estas ocasiones es una falta de respeto para el resto de los asistentes y una permanente causa de distracción para los reunidos.
Otros defienden que se trata de una herramienta más de trabajo que puede servir para tomar notas, hacer comentarios o buscar información relevante para la reunión y añaden que, si se quiere triunfar hoy en los negocios, hay que estar siempre localizable.
A fin de cuentas, en algunos ámbitos todos tienen BlackBerry, por lo que se espera de ellos disponibilidad total para atender llamadas o contestar correos.
Según una encuesta de Yahoo HotJobs, la página de búsqueda de empleo y recursos humanos de este portal de Internet, una tercera parte de los trabajadores estadounidenses reconoce consultar frecuentemente sus emails en la BlackBerry durante reuniones de trabajo.
Nancy Flynn, directora del instituto ePolicy y experta en etiqueta en el uso de nuevas tecnologías opina que, por mucho que confiemos en nuestra capacidad para compaginar tareas, el uso del móvil durante reuniones es un motivo de distracción.
"Si estás ocupado con el BlackBerry no estás prestando atención", dijo Flynn a EFE y recordó que, cuando los teléfonos móviles no eran algo frecuente, no pasaba nada por esperar hasta el final de una reunión para chequear el contestador automático.
"Escribir mensajes en el móvil durante una reunión de trabajo distrae y es una falta de respeto" al resto de los asistentes, opinó Flynn. "Es igual que estar hablando con la persona de al lado".
Esta experta en buenos modales recomienda a las empresas que "establezcan estrictas normas escritas" sobre el uso del BlackBerry y otros teléfonos inteligentes en horas de trabajo y que no se contesten emails o llamadas salvo en caso de emergencia real.
Estas reglas deberían abarcar no sólo las reuniones, sino todo el entorno laboral, añade. Cada vez es más frecuente, por ejemplo, que indiscretas fotos o vídeos tomados con el móvil durante fiestas de empresas acaben en lugares como Facebook, algo que todo directivo querría evitar.
En EE UU, aún son pocas las compañías que están siguiendo recomendaciones como esta y limitando el uso del móvil en el lugar de trabajo, pero su número va en aumento.
Las agencias de talentos Creative Artist Agency y United Talent Agency prohíben la BlackBerry durante las reuniones y algunas oficinas del banco Wells Fargo han introducido una curiosa norma: el que mire la pantalla de su teléfono durante una reunión paga cien dólares a una organización caritativa.
El uso inapropiado del móvil ya está provocando, incluso, despidos, según una encuesta realizada por la Asociación Americana de Gestión y el instituto ePolicy que se ha publicado este mes.
Según el estudio, un 6 por ciento de las compañías de EE UU han puesto en la calle a algún empleado por uso inapropiado del teléfono móvil y un 3 por ciento de los trabajadores despedidos perdieron su empleo debido al envío inadecuado de mensajes de texto.
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